El Azúcar y el Sistema Inmunológico
El exceso de glucosa, derivada de una dieta alta en carbohidratos refinados como el azúcar, inhibe la correcta función del sistema inmune, dejando el cuerpo débil ante las infecciones como COVID-19.
Desde hace tiempo se sabe que las personas que sufren de diabetes son más susceptibles a las infecciones. Múltiples estudios de distintos tipos en las últimas décadas están revelando los mecanismos por los cuales el exceso de glucosa en el organismo, o hiperglucemia, altera el sistema inmune, debilitando al cuerpo ante patógenos.
El principal mecanismo de esta susceptibilidad está relacionado con la alteración de los sistemas inmunes innato y adaptativo. La hiperglucemia, según esta línea de evidencia, puede explicar cómo pacientes diabéticos hospitalizados en estado crítico desarrollan fácilmente infecciones hospital.
En estos meses de pandemia por COVID-19, los resultados de estos estudios cobran mayor importancia porque la hiperglucemia no es un problema exclusivo de las personas diagnosticadas con diabetes. La hiperglucemia puede estar presente en personas con pre-diabetes o con principios de resistencia a la insulina; y sin diagnóstico alguno.
El estado de cuarentena puede propiciar que aumente la ingesta de alimentos, sobre todo carbohidratos, como chocolates, papitas, galletas, refrescos, con ello se está consumiendo una gran cantidad de azúcar agregado, lo que no solo favorece a la obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares, sino que también podría afectar tu sistema inmunológico.
El consumo excesivo de azúcar agota el equilibrio de nutrientes del cuerpo, lo que desencadena una cascada de inflamación y alteración metabólica. Los efectos del azúcar en el sistema inmunitario difieren dependiendo de si el huésped está infectado con una bacteria o un virus, explica un laboratorio.
Además, es posible que la alteración del sistema inmune por el exceso de glucosa en la sangre deje susceptible a la infección por el nuevo coronavirus a un gran porcentaje de la población.